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"Los lectores son viajeros, circulan sobre las tierras de otra gente, nómadas que cazan furtivamente en los campos que no han escrito". Michel de Certeau - en "Leer, una caza furtiva", 1980.

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jueves, junio 30, 2005

Después de un tiempo

Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse, y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender: que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes, y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende, que si es demasiado hasta el calorcito del sol quema...
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores...
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale...
Y uno aprende, y aprende, y aprende...
Y en cada día uno aprende.
Jorge Luis Borges


Este lo había puesto en mi blog, pero acá no podía faltar...

# [ de la pluma de Nel ] | 6:20 p. m. |

miércoles, junio 29, 2005

"Estaba solo. El pasado había muerto, el futuro era inimaginable. ¿Qué certidumbre podía tener él de que ni un solo ser humano estaba de su parte? Y ¿cómo iba a saber si el dominio del Partido no duraría siempre?. Como respuesta, los tres sologans sobre la blanca fachada del Ministerio de la Verdad, le recordaron que:

LA GUERRA ES LA PAZ.
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD.
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA.

Despiertos o dormidos, trabajando o comiendo, en casa o en la calle, en el baño o en la cama, no había escape. Nada era del individuo a no ser unos cuantos centímetros cúbicos dentro de su cráneo".

George Orwell, "1984".

Cuan lejos estamos de que esta realidad paralela se vuelva nuestra vida? o cuanto de nuestra vida está descripta en este fragmento de "1984", de George Orwell? Me da un poquito de miedo.
(aah pero que buen libro).

# [ de la pluma de Adicta a la cafeina ] | 3:35 a. m. |

sábado, junio 25, 2005

Esta vez algo bien cortito...

Jaja, algo sumamente gracioso pero que en el fondo es verdad. Posteo esto pero no quiere decir que esté a favor (o en contra) de lo postulado por quien lo escribió (Descartes). En fin acá les dejo el fragmento; es del ya nombrado René Descartes y aparece al principio del 'Discurso del Método':

El buen sentido es lo que mejor repartido está entre todo el mundo, pues cada cual piensa que posee tan buena provisión de él, que aun los más descontentadizos respecto a cualquier otra cosa, no suelen apetecer más del que ya tienen.

# [ de la pluma de Erszebet ] | 4:51 p. m. |

miércoles, junio 22, 2005

Los N lenguajes...

Si hay algo que me encanta de las obras de Borges, es ese juego que hace con el lenguaje, tanto como instrumento para escribir, y también como objeto de estudio propiamente dicho. Todo se resume en este párrafo de "La Biblioteca de Babel":

Un número N de lenguajes posibles usa el mismo vocabulario; en
algunos, el símbolo biblioteca admite la correcta definición «ubicuo y perdurable sistema de galerías hexagonales», pero biblioteca es «pan» o «pirámide» o cualquier otra cosa, y las siete palabras que la definen tienen otro valor. Tú, que me lees, ¿estás seguro de entender mi lenguaje?

Este párrafo pareciera ser una suerte de orientación, de guía, para poder saber con qué podemos encontrarnos en esa divina biblioteca, pero con la última frase, mágicamente, elucubra con su propio descubrimiento, que hasta ese, su propio lenguaje puede tener significaciones desconocidas. Lo Adoro.

Otra obra en la que usa este truco de las letras, es la poesía "El Golem", pero queda para otra ocasión...

Referencias:
-"La Biblioteca de Babel", Ficciones 1944, de Jorge Luis Borges.

PD: Este es mi primer post en este lindo blog. Gracias a todos.

# [ de la pluma de Nel ] | 6:13 p. m. |

domingo, junio 19, 2005

Argentina... ¿Qué Siglo dijiste?

“Cuando se constituyó la Junta Revolucionaria en Buenos Aires, el 25 de mayo de 1810, una salva de cañonazos de los buques británicos de guerra saludó desde el río. El capitán del barco Mutine pronunció, en nombre de Su Majestad, un inflamado discurso: el júbilo invadía los corazones británicos. Buenos Aires demoró apenas tres días en eliminar ciertas prohibiciones que dificultaban el comercio con extranjeros; doce días después, redujo del 50 por ciento al 7,5 por ciento los impuestos que gravaban las ventas al exterior de los cueros y el sebo. Habían pasado seis semanas desde el 25 de mayo cuando se dejó sin efecto la prohibición de exportar el oro y la plata en monedas, de modo que pudieran fluir a Londres sin inconvenientes. En septiembre de 1811, un triunvirato reemplazó a la Junta como autoridad gobernante: fueron nuevamente reducidos, y en algunos casos abolidos, los impuestos a la exportación y a la importación. A partir de 1813, cuando la Asamblea se declaró autoridad soberana, los comerciantes extranjeros quedaron exonerados de la obligación de vender sus mercaderías a través de los comerciantes nativos: “El comercio se hizo en verdad libre” (H. S. Ferns, Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX, Buenos Aires, 1966). Ya en 1812, algunos comerciantes británicos comunicaban al Foreign Office: “Hemos logrado... reemplazar con éxito los tejidos alemanes y franceses”. Habían reemplazado, también, la producción de los tejedores argentinos, estrangulados por el puerto librecambista, y el mismo proceso se registró, con variantes, en otras regiones de América Latina.”
[...]
“El litoral de Argentina era la región más atrasada y menos poblada del país, antes de que la independencia trasladara a Buenos Aires, en perjuicio de las provincias mediterráneas, el centro de gravedad de la vida económica y política. A principios del siglo XIX, apenas la décima parte de la población argentina residía en Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos (Luis C. Alen Lascano, Imperialismo y comercio libre, Buenos Aires, 1963). Con ritmo lento y por medios rudimentarios se había desarrollado una industria nativa en las regiones del centro y el norte, mientras que en el litoral no existía, según decía en 1795 el procurador Larramendi, “ningún arte ni manufactura”. En Tucumán y Santiago del Estero, que actualmente son pozos de subdesarrollo, florecían los talleres textiles, que fabricaban ponchos de tres clases distintas, y se producían en otros talleres excelentes carretas y cigarros y cigarrillos, cueros y suelas. De Catamarca nacían lienzos de todo tipo, paños finos, bayetillas de algodón negro para que usaran lo clérigos; Córdoba fabricaba más de setenta mil ponchos, veinte mil frazadas y cuarenta mil varas de bayeta por año, zapatos y artículos de cuero, cinchas y vergas, tapetados y cordobanes. Las curtiembres y talabarterías más importantes estaban en Corrientes. Eran famosos los finos sillones de Salta. Mendoza producía entre dos y tres millones de litros de vino por año, en nada inferiores a los de Andalucía, y San Juan destilaba 350 mil litros anuales de aguardiente. Mendoza y San Juan Formaban “la garganta del comercio” entre el Atlántico y el Pacífico en América de Sur (Pedro Santos Martínez, las industrias durante el virreinato (1776-1810), Buenos Aires, 1969).”
[...]
“Los agentes comerciales de Manchester, Glasgow y Liverpool recorrieron Argentina y copiaron los modelos de los ponchos santiagueños y cordobeses y de los artículos de cuero de Corrientes, además de los estribos de palo dados vuelta “al uso del país”. Los ponchos argentinos valían siete pesos; los de Yorkshire, tres. La industria textil más desarrollada del mundo triunfaba al galope sobre las tejedurías nativas, y otro tanto ocurría en la producción de botas, espuelas, rejas, frenos y hasta clavos. La miseria asoló las provincias interiores argentinas, que pronto alzaron lanzas contra la dictadura del puerto de Buenos Aires. Los principales mercaderes (Escalada, Belgrano, Pueyrredón, Vieytes, Las Heras, Cerviño) habían tomado el poder arrebatado a España (Ricardo Levene, Introducción a Documentos para la historia argentina, 1919, en Obras completas, Buenos Aires, 1962) y el comercio les brindaba la posibilidad de comprar sedas y cuchillos ingleses, paños finos de Louviers, encajes de Flandes, sables suizos, ginebra holandesa, jamones de Westfalia y habanos de Hamburgo. A cambio la Argentina exportaba cueros, sebo, hueso, carne salada, y los ganaderos de la provincia de Buenos Aires extendían sus mercados gracias al comercio libre. El cónsul inglés en el Plata, Woodbine Parish, describía en 1837 a un recio gaucho de las pamapas: “Tómense todas la piezas de su ropa, examínese todo lo que lo rodea y exceptuando lo que sea de cuero , ¿qué cosa habrá que no sea inglesa? Si su mujer tiene una pollera, hay diez posibilidades contra una que sea manufactura de Manchester. La caldera u olla en que cocina, la taza de loza ordinaria en la que come, su cuchillo, sus espuelas, el freno, el poncho que lo cubre, todos son efectos llevados de Inglaterra” (Woodbine Parish, Buenos Aires y las Provincias del Río de la Plata, Buenos Aires, 1958). Argentina recibía de Inglaterra hasta las piedras de las veredas.”

Eduardo Galeano, "Las venas abiertas de América Latina".

# [ de la pluma de L! ] | 10:03 p. m. |

viernes, junio 17, 2005

Instrucciones-Ejemplos Sobre La Forma De Tener Miedo

En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.

En la plaza del Quirinal, en Roma, hay un punto que conocían los iniciados hasta el siglo XIX, y desde el cual, con luna llena, se ven moverse lentamente las estatuas de los Dióscuros que luchan con sus caballos encabritados.

En Amalfí, al terminar la zona costanera, hay un malecón que entra en el mar y la noche. Se oye ladrar a un perro más allá de la última farola.

Un señor está extendiendo pasta dentrífica en el cepillo. De pronto ve, acostada de espaldas, una diminuta imagen de mujer, de coral o quizá de miga de pan pintada.

Al abrir el ropero para sacar una camisa, cae un viejo almanaque que se deshace, se deshoja, cubre la ropa blanca con miles de sucias mariposas de papel.

Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj de pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos.

El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza. Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya receta escribe ahora, sentado ante su mesa. De cuando en cuando alza la cabeza y sonríe, alentándonos. No es de cuidado, en una semana estaremos bien. Nos arrellanamos en nuestro sillón, felices, y miramos distraídamente en torno. De pronto, en la penumbra debajo de la mesa vemos las piernas del médico. Se ha subido los pantalones hasta los muslos, y tiene medias de mujer.

Julio Cortázar

# [ de la pluma de Albus ] | 10:55 a. m. |

miércoles, junio 15, 2005

ALGO MÁS QUE UN ARENERO

Todo lo que hay que saber sobre cómo vivir y qué hacer y cómo debe ser, lo aprendí en el jardín de infantes.
La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la universidad, sino allí, en el arenero.
Éstas son las cosas que aprendí:
Compártelo todo, Juega limpio, No le pegues a la gente, Pon las cosas donde las encontraste, Limpia siempre lo que ensucies, No te lleves lo que no es tuyo, Pide perdón cuando lastimes a alguien, Lávate las manos antes de comer, Sonrójate, Las galletitas calientes y la leche fría son buenas.
Vive una vida equilibrada: aprende algo y piensa en algo y dibuja y pinta y canta y baila y juega y trabaja cada día un poco.
Cuando salgas al mundo, ten cuidado con el tráfico, tómate de las manos y no te alejes.
Permanece atento a lo maravilloso. Recuerda la pequeña semilla en el vaso. Las raíces bajan, la planta sube y nadie sabe realmente cómo ni por qué, pero todos somos así.
Los peces de colores, los hámsters y los ratones blancos e incluso la pequeña semilla en el vaso, todos mueren y nosotros también.
Todo lo que necesitas saber está allí en alguna parte. La regla de oro, el amor y la higiene básica. La ecología, la política, la igualdad y la vida sana. Toma cualquiera de estos ítems, tradúcelo en términos adultos sofisticados y aplícalos a tu vida.
Y aún es verdad, no importa cuán viejo seas, que al salir al mundo es mejor tomarse de las manos y no alejarse.
Robert Fulghum

# [ de la pluma de mary poppins ] | 7:20 p. m. |

lunes, junio 13, 2005

Viento, dile a la lluvia...

Tanto los científicos como los literatos han relatado en sus escritos los daños causados por los ciclones tropicales que atraviesan los océanos, ello sin olvidar las narraciones de los marinos que durante una travesía han debido afrontar con sus navíos estas severas perturbaciones naturales.
En los trópicos, estas tormentas son frecuentes, pudiendo presentarse el caso de coexistencia de varias de ellas a un mismo tiempo. En otras épocas, los huracanes que castigaban las islas españolas del Caribe eran bautizadas según el santo del día de ocurrencia, como sucedió con el Santa Ana, que el 26 de julio de 1825 destruyó Puerto Rico.
Fue a principios del siglo XX cuando un meteorólogo australiano, Clement Wragge, (conocido como “Wet Wragge”), para evitar confusiones denominó a los ciclones tropicales de una manera original: los nombres asignados correspondían a los de personalidades políticas poco apreciadas por la sociedad.
Entre 1950 y 1952, los ciclones tropicales fueron identificados por el alfabeto fonético americano; luego, en 1953 el Servicio Meteorológico de los Estados Unidos adoptó la utilización de nombres femeninos, tales como Alice, Barbara, Carol, Dolly, Edna, Florence, Gail y Hazle, los que han quedado registrados en los archivos meteorológicos señalados como el nombre de las esposas o novias de los pronosticadores.
Este criterio fue juzgado como aberrante por los movimientos feministas estadounidenses hacia finales de los `70, por lo que en 1979, bajo esa fuerte presión, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), y el “Nacional Weather Service” (NWS) de los Estados Unidos, oficializaron las listas con alternancia de nombres masculinos y femeninos.
El Centro Nacional de Huracanes de Miami, Florida, le asigna nombre a una perturbación tropical, cuando ella alcanza el estado de tormenta tropical (viento sostenido, con una velocidad igual o superior a 34 nudos). Ese centro emplea seis listas de nombres masculinos y femeninos, en inglés, francés y español, excluyendo los que tienen como inicial la letra “z”. Esas listas son actualizadas anualmente, eliminándose de ellas los nombres de aquellas tormentas tropicales o huracanes que ya han ocurrido y que han dejado una secuela de daños severos, y pérdida de vidas humanas.
Esto es así para evitar la presencia de dos perturbaciones con un mismo nombre, facilitar su ubicación geográfica y la emisión de avisos de alerta, y también para posibles litigios legales que se sustancien a consecuencia de los efectos de estas perturbaciones sobre los bienes y las personas.


Referencias:
-“Glossary of Meteorology, American Meteorological Society”. Boston, Massachusetts. Estados Unidos de América.
-Publicación “Met-Mar” de Météo France, N°171/96 y 175/97.
-Vocabulario de términos Meteorológicos y Ciencias afines. Instituto Nacional de Meteorología. Madrid, España.
-Vocabulario Meteorológico Internacional. Publicación N°182, Organización Meteorológica Mundial.

# [ de la pluma de crub ] | 4:04 a. m. |

jueves, junio 09, 2005

Pensar...

“El pensamiento es el recurso máximo del ser humano. Sin embargo, nunca estamos satisfechos con nuestra capacidad más importante. No importa cuán buenos seamos, siempre querríamos ser mejores. Generalmente, los únicos que están satisfechos con su capacidad de pensamiento son aquellos pobres pensadores que creen que el objetivo de pensar es probar que tienen razón –para su propia satisfacción. Sólo si tenemos una visión limitada del poder del pensamiento, nos puede complacer nuestra perfección en ese terreno, pero no de otro modo.”

Edward De Bono
“Seis sombreros para pensar”

Este es un texto que me gusta mucho. Creo que nunca hay que quedarse conforme. Siempre hay algo más.
Este es el pensamiento que movió a Tomas Alba Edison por ej, que si bien no fue un pensador, fue la persona que más inventos patento.
Siempre hay algo que hacer, algo que pensar, algo que descubrir.
Mi deseo es que vos seas participe de esto.

Adio'.

# [ de la pluma de Mat0 ] | 6:18 p. m. |

lunes, junio 06, 2005

La adivinanza

Propongo una adivinanza: expondré el reglamento de una institución que realmente existió en los años 1840-1845 en Francia, es decir, en los inicios del período que estoy analizando; no diré si es una fábrica, una prisión, un hospital psiquiátrico, un convento, una escuela, un cuartel; se trata de adivinar a qué institución me estoy refiriendo. Era una institución en la que había cuatrocientas personas solteras que debían levantarse todas las mañanas a las cinco. A las cinco y cincuenta habían de terminar su aseo personal, haber hecho la cama y tomado el desayuno; a las seis comenzaba el trabajo obligatorio que terminaba a las ocho y cuarto de la noche, con un intervalo de una hora para comer; a las ocho y quince se rezaba una oración colectiva y se cenaba, la vuelta a los dormitorios se producía a las nueve en punto de la noche. El domingo era un día especial; el artículo cinco del reglamento de esta institución decía: «Hemos de cuidar del espíritu propio del domingo, esto es, dedicarlo al cumplimiento del deber religioso y al reposo. No obstante, como el tedio no tardaría en convertir el domingo en un día más agobiante que los demás días de la semana, se deberán realizar diferentes ejercicios de modo de pasar esta jornada cristiana y alegremente». Por la mañana ejercicios religiosos, en seguida ejercicios de lectura y de escritura y, finalmente, las últimas horas de la mañana dedicadas a la recreación. Por la tarde, catecismo las vísperas, y paseo después de las cuatro siempre que no hiciese frío, de lo contrario, lectura en común. Los ejercicios religiosos y la misa no se celebraban en la iglesia próxima para impedir que los pensionados de este establecimiento tuviesen contacto con el mundo exterior; así, para que ni siquiera la iglesia fuese el lugar o el pretexto de un contacto con el mundo exterior, los servicios religiosos tenían lugar en una capilla construida en el interior del establecimiento. No se admitía ni siquiera a los fieles de afuera; los pensionados sólo podían salir del establecimiento durante los paseos dominicales, pero siempre bajo la vigilancia del personal religioso que, además de los paseos, controlaba los dormitorios y las oficinas, garantizando así no sólo el control laboral y moral sino también el económico. Los pensionados no recibían sueldo sino un premio —una suma global estipulada entre los 40 y 80 francos anuales— que sólo se entregaba en el momento en que salían. Si era necesario que entrara una persona del otro sexo al establecimiento por cualquier motivo, debía ser escogida con el mayor cuidado y permanecía dentro muy poco tiempo. Los pensionados debían guardar silencio so pena de expulsión. En general, los dos principios organizativos básicos según el reglamento eran: los pensionados no debían estar nunca solos, ya se encontraran en el dormitorio, la oficina, el refectorio o el patio, y debía evitarse cualquier contacto con el mundo exterior: dentro del establecimiento debía reinar un único espíritu.

¿Qué institución era ésta? En el fondo, la pregunta no tiene importancia, pues bien podría ser una institución para hombres o mujeres, jóvenes o adultos, una prisión, un internado, una escuela o un reformatorio, indistintamente. Como es obvio, no es un hospital, pues hemos visto que se habla mucho del trabajo y, por lo mismo, tampoco es un cuartel. Podría ser un hospital psiquiátrico, o incluso una casa de tolerancia. En verdad, era simplemente una fábrica de mujeres que existía en la región del Ródano y que reunía cuatrocientas obreras.

(escrito por Michael Foucault)

# [ de la pluma de Erszebet ] | 7:55 p. m. |