Bienvenidos | ... pasen y lean |
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martes, julio 05, 2005 No sé qué es lo que me pasa, tal vez sea el aburrimiento, tal vez la rutina, siempre haciendo lo mismo día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto… ¡Bah! El mundo de los humanos es tan rutinario, tan aburrido, siempre pensando en su propio beneficio y cuando las cosas no salen como esperan, se echan las culpas unos a otros: luchan, matan, mueren… y cuando no, culpan a sus dioses, esa invención de la raza humana para intentar explicar lo inexplicable, sólo recurren a ellos cuando las cosas no van bien. Siempre gimiendo, siempre suplicando, seres infames, perversos, ¡vaya, después de todo no son tan poca cosa como me creía!, quizás, sólo quizás, pueda divertirme a costa de ellos. ¿Quién soy?, ni os podéis imaginar quién soy, no soy humano, no soy criatura, ni siquiera soy un demonio, ni tampoco soy un ser…, ¿de verdad queréis saber quién soy…? La verdad es que no tengo nombre, pero los humanos, ¡siempre los humanos!, me llaman Dignatirus, creen que sólo soy un mago, muchos creen que mi poder es fruto de una relación con seres sobrenaturales, con demonios. ¡Inocentes! La verdad es que todos los humanos me suplican su perdón, hay incluso algunos que matan hombres, mujeres y niños, que arrasan campos, aldeas, ciudades, naciones enteras, bajo la bandera de mi nombre… ¡raza mezquina! Entonces pensaréis que soy el mal, pero ¿qué es el mal? No, criaturas, no soy el mal, sólo soy uno de los muchos que somos, sólo tengo una misión en este mundo, en esta dimensión. Tal vez esta misión os parezca "infrahumana", ja ja ja ja, "infrahumana"… No os podéis imaginar mi poder, sólo con mover un dedo puedo destruir vuestro asqueroso mundo, os creéis el centro del universo y no sois mas que una mota de polvo, ¡me dais asco! Bueno, tal vez ha llegado la hora de despedirnos, tal vez mi misión haya terminado aquí, quizás sea la hora de partir, de alejarme de vosotros, pero antes… ¿Qué es ese rumor? Otra vez esos humanos, otra vez suplicando. "No arraséis nuestras casas, no matéis a nuestros maridos, bla bla bla…" Otra vez esos desgraciados que toman mi nombre para su propio provecho, ¡bien! esta vez seré yo quien actúe, voy a acabar de una vez por todas con ellos. Bueno, ya está, los que toman mi nombre, todos muertos… el olor de la sangre inunda el aire, ¡qué olor tan agradable! Pero, ¿qué ocurre ahora? Vaya, estos humanos ayer me odiaban y repudiaban mi nombre, hoy me ensalzan y me alaban, ¡qué seres! No los comprendo, pero… bueno… creo que ha llegado el momento de partir… sí, ya es la hora. JAJAJAJAJAJAJAJA, suplicantes criaturas, poco me vais a alabar porque vuestro mundo será destruido.
Bueno ya está hecho, ese mundo de los humanos ya
no existe, todo cuanto había en él ha muerto, las plantas, los animales y por supuesto los humanos… ¡en fin! Creo que empezaba a tenerles cariño, je je je. ¡Qué es lo que veo! Vaya, otro mundo, y… sí, parece habitado, vaya vaya… Extraido de Relatos fantásticos.
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